Las aulas multi-edad nos dan el lujo de adaptar el plan de estudios para cada niño. Cada niño puede trabajar a su propio ritmo, sin dejar de ser una comunidad con sus compañeros. Los pequeños observan las actividades que hacen los mayores, les preguntan, les piden ayuda si es necesario. Los mayores del aula, ven el los pequeños sus progresos propios, su evolución desde que tenían esa edad, les prestan su ayuda al hacer actividades comunes… Además, el formato multi-edad permite que todos los niños mayores sean los maestros para ayudar a la comunidad de la clase – incluso los niños que pueden ser tímidos o callados.

Para los niños menores de seis años, Montessori enfatiza el aprendizaje a través de los cinco sentidos, no sólo a través de escuchar, ver o leer. Los niños en las clases Montessori aprenden a su propio ritmo individual y de acuerdo a su propia elección de actividades y con cientos de posibilidades. Ellos no están obligados a sentarse y escuchar una lección dada por el maestro para ellos como un grupo, con todos a la vez, sino que se dedican a actividades individuales o de grupo en el que quiere estar, con los materiales que se le han presentado, a nivel individual 1:1 por eso el maestro que sabe lo que cada niño está preparado para hacer. El aprendizaje es un emocionante proceso de descubrimiento, lo que lleva a la concentración, la motivación, la auto-disciplina y el amor por el aprendizaje.

A partir de la edad de 6 años, los niños aprenden a hacer una investigación independiente, organizar viajes de campo para recopilar información, se especializan en hacer entrevistas, en crear presentación del grupo, teatro, exposiciones de arte, producciones musicales, proyectos de ciencia, y así sucesivamente. No hay límite a lo que pueden crear en este tipo de libertad inteligentemente guiada. Hay un gran respeto por las decisiones de los niños, y a la vez fácilmente se mantienen al día comparando o superando lo que estarían haciendo en un ambiente más tradicional. No hay pérdida de tiempo y los niños disfrutan de su trabajo y el estudio.

Montessori está diseñado para ayudar a todos los niños a alcanzar su máximo potencial a su propio ritmo único. Un aula cuyos alumn@s tienen diferentes habilidades es una comunidad en la que todos aprenden unos de otros y cada uno aporta. Por otra parte, la agrupación de varios años permite a cada niño a encontrar su propio ritmo sin sentirse “por delante” o “detrás” en relación con sus pares.

Los estudios de investigación muestran que los niños Montessori están bien preparados para la vida después académica, social y emocionalmente. Además de un buen desarrollo en los exámenes estandarizados, los niños Montessori se clasifican por encima del promedio en criterios tales como seguir instrucciones, entregar el trabajo a tiempo, escuchar con atención, usando habilidades básicas, mostrando responsabilidad, haciendo preguntas interesantes, mostrando entusiasmo por el aprendizaje y la adaptación al nuevas situaciones.

Kathryn Rindskopf Dohrmann , Tracy K. Nishida , Alan Gartner , Dorothy Kerzner Lipsky & Kevin J. Grimm (2007)High School Outcomes for Students in a Public Montessori Program, Journal of Research in Childhood Education, 22:2, 205-217. Este estudio también concluye que los resultados de los estudiantes de secundaria que 7 años o más antes habían asistido a una escuela Montessori, tenían mejores resultados en matemáticas y ciencias. Además, confirma su hipótesis inicial de que los niños que salen de una escuela Montessori se adaptan perfectamente a una escuela “normal”: “A pesar de haber estado 6 años de Primaria en un entorno no tradicional, sin exámenes, evaluaciones, deberes o trabajos obligatorios, los estudiantes Montessori obtenían iguales o mejores resultados que los compañeros que habían tenido todos estos instrumentos tradicionales”.

Los niños en una escuela Montessori son libres de elegir dentro de los límites, tienen los materiales, actividades disponibles para dar respuesta a sus intereses, o descubrimientos de aprendizaje de cada momento. Sólo tienen la libertad que pueden manejar con la responsabilidad correspondiente. El maestro y asistente se aseguran de que los niños no interfieren entre sí, y que cada niño está progresando a su ritmo adecuado en todas las materias.

El niño no hace lo que quiere, sino que quiere lo que hace.

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